viernes, 10 de mayo de 2013



Malena toca timbre. Espera unos segundos, Santiago abre la puerta, le sonríe y le dice que pase. Malena se queda unos segundos fuera mirándolo, decide entrar. Su rostro se nota frío, desorientado. Santiago la abraza y la besa con mucha emoción. Le dice que está muy contento de tenerla en la casa. Malena le sonríe y le pide un vaso de agua. Caminan juntos hacia la cocina, Santiago le habla del gran día que tuvo mientras abre la heladera, saca una jarra y le sirve agua. Malena se sienta en una silla que está junto a la mesa. Agarra el vaso de agua, toma un trago y le da las gracias a Santiago. Él se sienta junto a ella y toma su mano. Malena le dice que se siente rara, que seguramente está por enfermarse. Santiago la abraza, y se quedan unos segundos abrazados. Santiago se para de la silla sorpresivamente, sonríe y le da la bienvenida a alguien. Malena desganada sigue tomando su vaso de agua, Santiago le dice que quiere presentarle a alguien, ella se da vuelta y ve a la hermana de Santiago. Malena sin darse cuenta suelta el vaso de agua y lo deja caer al piso, se queda unos segundo observándola sin darse cuenta de lo sucedido, ambas tienen la mirada fija una en la otra.  Santiago empieza a reírse sin parar. Malena la observa de pie a cabeza, se escucha una canción de fondo “yo te amo con locura, solo vivo para ti, yo te amo con el alma, mi corazón no es nada si no estás aquí…”, no entiende lo que le pasa, se siente extraña, quiere besarla, le mira directo la boca y baja directamente a sus pechos, tiene una musculosa muy apretada que marca sus pezones parados. Ella sigue su recorrido, observa cada parte de su cuerpo, empieza a sentir las manos mojadas, no puede dejar de imaginarla. La hermana le sonríe y Malena mira hacia abajo rápidamente, nota que el vaso está roto y el agua derramada. Se agacha y al levantarlo, la hermana aparece frente a ella. La ayuda a levantar los vidrios y le dice que no se preocupe. Malena le sonríe y le dice con tono nervioso que está un poco cansada, que debe ser por eso que se le cayó, en modo de chiste. Ambas se paran, Santiago las abraza a las dos y les dice que ansiaba el momento que se conocieran. La hermana le estrecha la mano en forma chistosa y se presenta, Malena se queda mirándola y le da la mano. Otra vez empieza a sentir sus manos transpiradas, se siente fría y no quiere dejar de sentir su piel. Santiago se ríe y le dice que ya era suficiente, que le suelte la mano. La hermana intenta soltarse pero Malena no puede despegarse de ella, Santiago la asusta y reacciona, la suela. Se siente avergonzada pero extraña, no puede creer, no entiende lo que le está sucediendo. La hermana pasa por al lado de ella y abre la heladera. Le dice que es un gusto conocerla, Malena la observa y  asiente con su cabeza. Santiago le dice que quiere mostrarle su habitación así que deciden salir de la cocina.